Ha pasado el tiempo desde aquel
20 de diciembre de 2014 en el que estrenamos (un día antes del aniversario del
estreno de Horror Vacui y en el mismo lugar) Los que van a morir te saludan,
trabajo que nos ocupó los últimos meses del pasado año. He demorado mucho
escribir a este respecto.
Primero, tengo que decir que la
memoria me falla y no soy capaz de recordar si el guión de Los que van a morir
te saludan fue el siguiente que escribí a finales del siglo pasado o si, por
contra, hubo otro entre medias (que de hecho, empecé a reescribir poco antes de
empezar el rodaje de este). Sea como fuere, si dejar claras dos cosas. La
primera es que no tuvo título hasta hace un año y la segunda, que espero que
poco o nada tenga que ver lo que hemos hecho con lo que originalmente quería
hacer.
Fue una tarde – noche de hace
unos años, coincidiendo con el inicio del rodaje de Horror Vacui, que
rememoraba los guiones que escribí en mis últimos años de instituto.
Principalmente recuerdo cuatro (sólo contemplo rescatar uno mas). Por esos
entonces estaba intentando adquirir la buena costumbre de tener otro proyecto
en mente mientras empezaba uno, cosa muy práctica en esos momentos en los que
crees que nada está saliendo como debe, porque piensas que al menos tienes la
salida de resarcirte con el próximo. Y fue por ello que recordé esta idea.
Como me pareció que sí podía
contar con él, me lancé a la busca del guión original, del que apenas recordaba
el par de chistes que me empujaron a retomar el proyecto. Decía Rafael Azcona
que él nunca apuntaba ninguna idea para los escritos, porque consideraba que la
memoria hacía buena criba de ideas y que si no se acordaba de alguna, es que no
valía la pena. Yo pensaba que Azcona debía tener muy buena memoria, pero que a
mi se me olvidaban las buenas, las malas y hasta que hubiera tenido una idea.
Pero en este caso tenía razón, porque de todo el guión original, lo único
medianamente rescatable era precisamente lo que recordaba.
En honor la verdad, creo que,
posiblemente, aquellos dos o tres detalles siguen siendo lo mejor del guión, lo
cual parece apoyar la teoría de que no se me ha ocurrido nada decente desde que
tenía la mitad de años que tengo ahora.
Procedí a reunir al equipo
habitual, léase, a Alex Hernández y a Rocío Torío. También contacté con Lara
Fernández, que en nuestro anterior trabajo había colaborado con una voz en off,
poco trabajo para una actriz tan bien dotada. Y tuve el disgusto de tener que
sustituir a Arturo, pues se había mudado de ciudad, pero también la suerte de
poder contar en su lugar con Felipe Martín "Kanalla FM". Felipe
contaba con la bendición de Arturo y la experiencia previa de haber rodado un
pequeño "divertimento" si se quiere, aparte de un pequeño
"cameo" en Cien mil metros del Helmántico (hasta el momento la única
producción por la que me he llevado algún reconocimiento). Hoy por hoy sigo
pensando que las interpretaciones son lo mejor con diferencia de Los que van a
morir te saludan.
Se usaron para los interiores un
piso vacío de la céntrica calle Mantería de Valladolid, que nos proporcionó un
entorno neutro que necesitábamos como el comer, y Lara Fernández nos cedió
amablemente su residencia para rodar, donde tuvimos una as que ardua jornada de
rodaje. Aunque no puedo por menos que reseñar la magnífica experiencia que fue
dirigir un cortometraje desde una cama calentita y cómoda (experiencia que
recomiendo y pienso repetir) y que además resultó un entorno tan magnífico como
inesperado. Lo poco que hubo que "improvisar" en el rodaje de Los que
van a morir te saludan quedó bastante bien, posiblemente mejor que lo que
estaba originalmente concebido.
Terminamos en el dormitorio de
Rocío Torío, con perdón, para rodar los últimos planos, con la colaboración de
Nuria Sevilla, ante la urgencia de terminar el rodaje y la falta de Alex
Mineralex. Nuestro querido Alex tenía algo que hacer además de rodar y optamos
porque lo hiciera. No recuerdo qué era ni mucho menos cómo le fue, pero lo que
nosotros rodamos nos dejó satisfechos.
Ya con el siguiente proyecto en
agujas, confiamos en poder seguir exhibiendo Los que van a morir te saludan
durante mucho mas tiempo y que siga suscitando interés.